¿Quieres saber cuándo deberías pedirle a una chica que sea tu novia? Quizá la respuesta te sorprenda un poco, pero es necesario que la conozcas.

Hace poco un chico de un foro de seducción me preguntó en mensaje privado lo anterior. Le respondí sin pensarlo demasiado la única respuesta que me pareció sensata: nunca.

Ser romántico puede jugarte en contra

La mayor parte de los hombres hemos crecido bombardeados por la versión romántica de la seducción que nos han vendido los medios de comunicación masiva.

A través de series televisivas, películas y literatura romántica, se nos ha ofrecido la idea de que el chico bueno siempre lograra triunfar si su amor es verdadero.

Estamos acostumbrados a historias de sujetos que, para llegar al corazón de esa chica fuera de su liga, ejecutan algún acto de excepcional romanticismo; logrando vencer todas las barreras que se les impone, demostrando con ello, la calidad inexorablemente alta de sus sentimientos. Mentira. Las cosas en la mayor parte de las ocasiones no funcionan así.

Las mujeres no están buscando un hombre que se arrastre para conquistarlas ni que las tenga en un pedestal. ¿Por qué razón querrían de interesarse en alguien así?

Si tiene que esforzarse tanto para conseguirla, ¿acaso eso no demuestra que no vale lo suficiente para estar con ella? Pese a que son sinceras las chicas al momento de decir que les gustan los gestos románticos; lo que no suelen explicar es que no desean dichos gestos de cualquier chico; sino sólo de aquellos por quienes ya se sienten atraídas.

Pedirle a una chica que sea tu novia no es necesario ni deseable

No tiene ningún sentido solicitarle a una mujer que sea tu novia. El mismo hecho de hacerlo constituye una suerte de sometimiento de tu parte a la voluntad de ella; quien determinara la existencia de un título con el cual exhibir su relación ante otros.

Si ya tienes en la práctica una relación de pareja con alguna mujer no hay ningún motivo valido para etiquetar dicha interacción; de no existir, el solicitarla se convierte en una suerte de súplica que termina fijando el marco de que ella es el premio.

En caso de que decidas nunca pedirle a una mujer que sea tu novia, puedes conservar la dirección y el poder de negociación en la interacción. Ello en virtud de que no existe ninguna atadura simbólica que te vincule; lo que facilita que en caso de que no cumpla con tus expectativas no se precise ofrecer ninguna explicación del por qué has decidido en forma unilateral terminar con la interacción en cualquier momento que te plazca.

¿Y si es ella quien quiere formalizar?

Si es ella quien toma la iniciativa en preguntarte ¿entonces qué somos?, tu podrás negociar los términos sobre los cuales vas a gestionar dicha interacción.

Podría ser el caso de que tu sólo estés buscando sexo casual de una sola noche, que quieras una relación abierta pues te interesa seguir intimando con otras mujeres, que estés buscando una follamiga, un vínculo que integrar a una relación poliamorosa previa o que, al modo más tradicional de todos, realmente estés buscando una relación monógama romántica y creas que ella es la persona indicada con quien tenerla. En este último caso, el que ella sea quien termine poniendo dicha carta sobre la mesa en vez de restarte poder lo suma, puesto que hace que ella esté más comprometida con la interacción, puesto que ha reforzado el marco de realidad de que tú eres el premio al momento de ser ella quien ha decidido ponerle título a la relación.

No cualquier momento es el idóneo para aceptar que una chica sea tu novia.

Si no han tenido sexo antes de dicha solicitud de su parte, no tiene ningún sentido aceptarla; puesto que la mujer ha invertido muy poco en la interacción como para justificar que se le ofrezca dicho título.

Si no han tenido sexo antes de la formalización de su relación de pareja monógama, es muy probable que sus resistencias se incrementen. Las chicas suelen postergar lo más posible la intimidad sexual en noviazgos no sexuales; ello en aras de convertir a los chicos «buenos» en material para matrimonio.

En caso de que la mujer admita haber tenido sexo con anterioridad; pero te lo niegue a ti antes de la «formalización» de su relación, muy probablemente te perciba como un macho beta proveedor. En el peor escenario de todos, si es una mujer que ya tiene hijos de una relación anterior, es probable que te quiera convertir en el caballero blanco que cuidara de ella y la descendencia que tuvo con alguien más; negándote el sexo como un mecanismo extorsivo de manipulación emocional.

Si ella no está teniendo intimidad física contigo antes de ser novios: NO VALE LA PENA QUE LO SEAN.

Nota final

En resumen: te recomiendo que aceptes ser el novio de una mujer solamente si ella ya está teniendo sexo contigo, tienes la certeza absoluta de que está enamorada de ti y consideras que es la mujer idónea con quien iniciar una relación de pareja potencialmente permanente. De no ser así, gestiona otro tipo de interacción. Si ella no acepta, agradécele el tiempo que pasaron juntos y sigue tu camino.

Sin más por el momento, te saluda tu amigo y ala Belman.  

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