Lo que una seductriz me enseñó.

G. Belman

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Hace una semana conocí a una mujer excepcional. Se trataba de una chica morena de 22 años, quien, no sólo era hermosa, inteligente y carismática; sino que exudaba una poderosa vibra sexual que tenía mucho tiempo que no sentía en nadie.

La morenita era lo más cercano a lo podríamos considerar la versión femenina de «un seductor natural». Tenía una larga experiencia seduciendo a otras mujeres y se reconocía a sí misma más lesbiana que bisexual. Su movimientos, sus poses, su manera de mirar y en general todo su porte irradiaba una seguridad arrolladora. Su voz era dulce pero profunda, dominante pero sugerente y embriagadora. Mostraba un dominio de si misma y de otros envidiable. Era la sensualidad hecha carne, las otras mujeres lo notaban y reaccionaban a sus encantos de manera involuntaria.

Entre sus historias, me llegó a contar la facilidad con que en numerosas ocasiones tuvo intimidad con chicas que, antes de ella se consideraban heterosexuales. Las mujeres eran su pasión y era experta en atraerlas.

Me dio su opinión sobre los principales errores que cometemos los caballeros durante el sexo. Desde su perspectiva, buena parte de los hombres tenemos «prisa» por lograr que las mujeres lleguen al orgasmo, en el mejor de los escenarios. Los hay quienes no les importa en lo absoluto el placer de su compañeras de juegos. Y eso no solamente es descortés sino decepcionante para las chicas, quienes no disfrutan del sexo todo lo que deberían.

Ella se tomaba su tiempo en saborear la intimidad femenina. Tenía la plena certeza de que las otras caerían a sus encantos, por lo que no le quitaba el sueño el resultado. Se limitaba a disfrutar a profundidad el proceso.

Hacer el amor con una mujer es un acto de conexión que va más allá de la mera genitalidad. Implica estar pendientes de su placer y sus emociones, mientras se descubre su intimidad.

Tras haberme observado tener sexo con mi novia y una hermosa mujer rubia; la morenita quiso enseñarme de que manera podría mejorar mis habilidades sexuales. En forma por completo altruista, tomó el papel de maestra y utilizó a mis compañeras sexuales como modelos para dar su lección.

Empezó acariciándoles con suavidad su rostro y cuello, con una mano, mientras en forma delicada les hacía reclinarse boca arriba en la cama. Acto seguido, sin dejar caer su peso por completo en las otras, comenzó a recorrer su cuerpo suavemente con su boca y manos. Su kino era ligero y tenia mucha cadencia. Combinaba de manera magistral los besos con pequeños y suaves mordiscos; a la par que utilizaba sus muslos para frotarse desnuda contra las otras chicas, quienes se notaban extraordinariamente excitadas.

Me dijo que si bien es cierto que a muchas mujeres les encanta que acaricien sus pezones con la boca; ésto no era del agrado de todas y no resultaba necesario para mantener alta la excitación.

La vi besar la zona intermedia de los senos de mi novia para luego lamer lentamente en dirección a la clavicula, el cuello y la base de los oídos. A mi chica se le erizó la piel. La morenita me dijo que localizar las zonas sensibles de las mujeres era uno de los elementos más importantes que debíamos dominar durante nuestras interacciones. Al momento del sexo, nuestra misión es avanzar de manera progresiva; descubriendo poco a poco la intimidad de nuestras amantes, sin dejar de disfrutar del proceso.

Tras un poco de jugueteo con ambas mujeres, la morenita decidió atender primero a la rubia.

Algo que pude apreciar con claridad, fue que ella tomó mucha atención a la respuesta física de su compañera de juegos. Los besos y caricias no eran por completo desordenados; sino que obedecían a un sistema complejo de barrido, a través del cuál ella calibraba la respuesta sexual de la rubia.

Una vez que lograba identificar las zonas erógenas de su amante; alternaba la intensidad de las caricias, para descubrir con ello la dosis adecuada de afecto físico necesario para crear placer.

La vi acariciarle la espalda, lamerle con suavidad la base de los senos y darle pequeños besos y mordidas en sus costados mientras la masturbaba suavemente con la otra mano. Su coordinación era increíble. Utilizaba la mayor parte de su cuerpo para acariciar a la otra chica de manera paralela y su progresión fue delicada, no invasiva.

Al momento de proporcionarle sexo oral a la rubia, fue enfática al explicarme lo que no se debía hacer. La mayoría de los hombres van directo a lamer el clítoris o la vulva en forma bruta y ansiosa; como si se tratara de un cachorro bebiendo agua. La forma correcta desde su óptica, es dando pequeños lengüetazos y besos alrededor, sobre todo en la pubis y en la unión de las piernas. Hecho lo anterior, se debe acercar poco a poco la boca al clítoris; el cual se lame delicadamente aumentando la intensidad conforme la chica lo tolere y necesite.

Es común, según su dicho, que las mujeres muevan la cadera para sentir más placer mientras das sexo oral. Ésto es muy importante, pues te arroja información sobre que es lo que más les excita y de que manera mover tu lengua y boca.

Quedé impresionado por la facilidad con que la morenita logró satisfacer sexualmente a la rubia, quien rápidamente llegó al orgasmo. La cara de felicidad de su compañera de juegos era maravillosa. La forma en que se miraban era sublime; como si quisieran devorarse con los ojos. De alguna forma ella le hizo el amor a muchos niveles.

No todas las mujeres son tan explicitas en sus enseñanzas. Me siento profundamente agradecido con la morenita, porque me ha mostrando como ser un mejor compañero sexual y ese conocimiento es invaluable.

La seductriz no sólo me instruyo en técnicas amatorias, toda ella es un ejemplo a seguir. El cuidado de su físico, su porte, su buen gusto por la ropa, su seguridad, su carisma, su forma de hablar, mirar y conducirse. Hay mucho que se puede aprender ahí.

Ella es una mujer que proyecta muy alto valor y por ello consigue resultados impresionantes. Vale la pena emularla. En lo personal he decidido ejercitarme más y trabajar de mejor manera mi lenguaje corporal, así como otras habilidades suaves que contribuirán al desarrollo de mi juego. Les recomiendo hacer lo mismo.

Como todo conocimiento en la vida, tendré que practicar mucho para dominarlo, pero pondré todo mi empeño en conseguirlo, pues las mujeres lo merecen.

Sin más por el momento, agradezco mucho que visites mi blog. Cada vez son más lectores y eso me llena de gusto. Soy tu ala y compañero de aventuras Belman. Espero que tengas un fin de semana estupendo.

Si tienes alguna duda o sugerencia de tema que quieras que aborde en el futuro, siéntete libre de escribirlo en la caja de comentarios o en la página de contacto. No dejes de visitar mis canales de YouTube y TikTok Siempre estoy en la mejor disposición de ayudarte.

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3 Comentarios

  1. Emanuel

    Espectacular historia con grandes enseñanzas, te admiro mucho Guille. y espero poder seguir aprendiendo mucho con vos.

    Responder
    • G. Belman

      Muchas gracias Emanuel. Me siento muy honrado por tus palabras.

      Responder
  2. victor

    Sería genial que la morena tenga un blog, siempre he querido que una mujer me enseñe a mejorar como pareja sexual!

    Responder

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