Soy un hombre que ama a las mujeres y no me gusta engañarlas. ¿Quieres saber cómo fue que decidí aceptar que soy un polígamo? Lee éste post.

A menudo mis amigos después de ver las fotos que subo a redes sociales, en las que salgo de cita al mismo tiempo con mi novia y mis amantes me preguntan: ¿cómo le hago? Y esperan que les dé una frase mágica o una técnica infalible con las que puedan inmediatamente hacer que sus actuales parejas se vuelvan compartidas. Lo cierto es que algo así no existe. Y quizá sea algo positivo, pues a los hombres que sabemos conectar mejor con las mujeres nos vuelve más valiosos, deseables y exóticos.

No soy un sujeto egoísta. Les digo la verdad a quienes me piden consejo, porque realmente quiero que mejoren, pero a menudo se frustran con las respuestas que les proporciono. El problema es que algunas de mis recomendaciones a menudo les superan.

Hay cosas que la mayoría de los chicos consideran irrealizables y obviamente, si consideras que algo no se puede realizar, serás incapaz de lograrlo. Ellos no tienen un problema con las mujeres, su conflicto es consigo mismos.

Desde la adolescencia me percaté que tenía un apetito sexual por encima de la media. Las mujeres me encantaban y conforme desarrollé ciertas habilidades sociales; comencé a gustar a muchas de ellas, por lo que me era difícil decidirme por una. A menudo rompía el corazón de algunas por concluir mis relaciones con ellas, para poder iniciar otras y en ocasiones acontecía que por elegir unas, las demás se sentían agraviadas. Eso me estresaba y me hacía sentir muy mal, pues yo las quería a todas en mi vida.

Durante un breve periodo de mi juventud incurrí en el peor error de todos: ser infiel. Yo veía que la mayoría de los demás hombres y mujeres lo hacían con una facilidad que me helaba la sangre, por lo que quise intentarlo. Al poco tiempo me di cuenta que eso no era para mi. No tengo el corazón ni el estomago para ello. Cada que engañaba me sentía terriblemente mal y al poco tiempo terminaba por confesar lo sucedido. Al final acababa sintiéndome como una mierda y generando un dolor innecesario a quienes me habían hecho inmensamente feliz. Un sinsentido total.

David Tomas dice que la calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestras preguntas.

Yo no quería herir a nadie, pero tampoco quería tener que elegir. Así que un buen día me hice una de las mejores interrogantes que jamás me había planteado… ¿Por qué debería de hacerlo?

El cine, la televisión, las novelas románticas, la religión e incluso la propia ley en buena parte del mundo; parten de la premisa de que la única forma de vinculo amoroso y relacional aceptable es aquel que existe entre dos personas; tradicionalmente de diferente sexo y en el que los roles de lo masculino y femenino están claramente definidos. Todo lo que no encaja en algo así automáticamente se le cataloga como extraño y pecaminoso.

La sociedad nos ha hecho creer que la monogamia es la única opción válida; cuando en realidad no es más que un modelo relacional entre muchos otros, como sucede con la homosexualidad o la bisexualidad, por lo que deberíamos considerarla como una preferencia sexual más y no como la única forma de vincularse sexual y afectivamente con quienes hemos optado por permitir entrar en nuestras vidas.

Yo quería vivir y experimentar más, sin dañar a nadie. ¿Por qué tendría que conformarme con algo por debajo de mi potencial amatorio? ¿Por qué resignarme a tener menos de lo que realmente quería?

En forma completamente empírica puse a prueba algunas hipótesis que había hecho de mis propias observaciones sobre la naturaleza femenina.

La mayor parte de las mujeres se suelen quejar de las mentiras de los hombres. De una manera u otra, muchas de ellas han sido engañadas y por eso desconfían de quienes tratan de seducirlas.

Yo miraba como la mayor parte de los chicos trataban de exhibir la mejor de sus actitudes y hacían cosas por las chicas que les gustaban que no solían hacer por los demás. Ellas respondían aprovechándose de ellos o simplemente ignorándolos, para entregarse a patanes que las trataban como algo desechable. Los primeros se frustraban, guardando rencor. Los segundos tomaban lo que querían y solían desaparecer después, sin importarles el dolor que dejaban a su paso. Ninguna de las dos actitudes me agradaban, por lo que quise probar algo diferente.

Fui brutalmente honesto con las mujeres y con el paso del tiempo, opté por presentar y negociar mis necesidades en forma totalmente transparente con mis parejas sexuales. Me llevé la grata sorpresa de que algunas no solamente aceptaron mis términos; sino que me ayudaron a cumplir la mayor parte de mis fantasías.

Desde mi “aceptación” como un hombre polígamo, han pasado muchos años. En éste tiempo he vivido experiencias maravillosas de la mano de innumerables mujeres que han tenido a bien permitirme formar parte de sus vidas; en algunos casos en forma fugaz y en otros de manera más estable. La inercia de mis relaciones me ha permitido desarrollar un amplio abanico de experiencias, que me han dado perspectiva sobre la seducción y las relaciones de pareja.

Es por ello, que tomé la decisión de redactar éstos «apuntes de seducción», pues deseo compartir herramientas que puedan ser útiles a otros para mejorar sus habilidades en el rubro de las relaciones humanas.

La mayor parte de mis conocimientos son empíricos. Hace muy poco descubrí el camino que ya habían transitado otros, lo que me motivó a analizar algunas de sus obras y frecuentar su videografía. Convertí en mis mentores a personajes como Mario Luna, Álvaro Reyes o Natasha Berlet.

Navegando en Internet, participando en foros y grupos de whatsapp; me percaté que gran parte de los miembros de quienes integran la comunidad de artistas venusinos, desconocen como desarrollar las habilidades necesarias para gestionar tríos y relaciones estables múltiples; siendo uno de los objetivos y deseos más comunes entre ellos, así como de los menos llevados a la práctica. Tras haber tomado la decisión de zambullirme en “la teoría” y estudiar todo lo relativo a la seducción, corroboré que el material existente sobre mi tema de interés es demasiado genérico y escaso; por lo que hay un terrible vacío de información que vale la pena subsanar.

Estoy plenamente convencido de que puedo aportar valor a la comunidad. Es por eso que me he vuelto escritor y coach de habilidades sociales. No me considero un gurú de la seducción ni tampoco un maestro de la misma. Soy tan solo un hombre que ama a las mujeres y ha recibido mucho amor de vuelta; por lo que me siento en el deber moral de compartir mis conocimientos con otros, para que éstos puedan conectar de mejor manera con ellas.

Me importan los hombres, pues he sufrido la misma frustración que la mayoría; pero si te soy totalmente honesto, me importan más las mujeres.

A menudo ellas tienen que elegir entre hombres torpes que no saben excitarlas e hijos de puta que el único lugar donde son buenos es en la cama.

Eso me molesta mucho. Es por ello que estoy tratando de poner mi granito de arena en mejorar la calidad de los hombres del mundo. Lo hago por ellas. Tú también deberías hacerlo.

Lo primero que te recomiendo antes de que sigas cualquier otro de mis consejos, es que liberes tu mente de la creencia limitante de asumir que algo es imposible de lograr en el plano de las relaciones.

Si crees que las mujeres no te van a permitir ciertas cosas, antes de tomarte la molestia de intentar gestionarlas; partirás de una estructura mental inadecuada y por tanto, tus resultados tenderán al fracaso de manera más consistente que sí lo hicieses de otra manera.

Las mujeres con motivo de la ley de contagio emocional, tienden a replicar las emociones que expresas. Si te sientes incomodo con el tema del sexo, ellas también se incomodaran. En cambio, cuando te sientes relajado e incluso te da gusto compartir esa parte de tu vida con ellas, las cosas tienden a fluir; pudiendo naturalizar cualquier cosa.

Yo he logrado gestionar muchas de mis fantasías gracias al hecho de que las chicas con las que interactué se divirtieron con ello. Fue una experiencia agradable que nos complació a todos y que avanzó en «forma natural»; de ahí que se entregaran a la pasión del momento dejando de lado sus prejuicios y creencias limitantes.

Es innegable que las cosas no saldrán siempre como lo deseas; sin embargo, cuando tienes la mentalidad adecuada y te das permiso para ir a por lo que quieres; tu mente trabaja mejor en la tarea de descubrir que necesitas hacer para conseguirlo.

Hay un conceptos clave que necesitas conocer antes de aprender cualquier otro: el umbral de merecimiento.

El umbral de merecimiento, es un concepto psicológico trasladado al ámbito del desarrollo personal, que implica nuestra capacidad de reconocernos merecedores de algo.

Muchos hombres y mujeres viven por debajo de sus expectativas, no porque objetivamente sean incapaces de alcanzar sus sueños, sino porque no se creen merecedores de los mismos.

Un ejemplo de lo anterior, lo pude presenciar cuando iba en la preparatoria.

En aquel entonces yo tenía una amiga extraordinariamente hermosa, quien en sus tiempos libres laboraba como modelo. Era una chica súper simpática a quien le tenía mucho aprecio, pero por alguna razón nunca me interesó sexualmente. Ella se sentaba conmigo en un pupitre doble. Compartíamos una intimidad emocional increíble. Nos contábamos todo, teníamos muchos anclajes y nos la pasábamos riendo de chistes propios.

El caso es que ella tenía un pretendiente muy insistente. El sujeto le dejaba casi todos los días algún regalito en nuestro pupitre. A menudo flores, peluches, dulces o bombones, de los cuales ella probaba sólo unos pocos y el resto me los ofrecía (ella no tenía el hábito de comer ese tipo de cosas).

Nunca en la vida había conocido un chico tan arrastrado. Ella le dijo en muchas ocasiones que se sentía sumamente halagada pero que lo quería únicamente como amigo. Él no desistía en su empeño y volvía a tener más gestos románticos hacia ella, que alimentaban más su enorme ego (mi amiga era un poco creída).

Con el paso del tiempo vi que mi amiga empezó a encariñarse con el chico y quiso darle bola. Sin embargo, en su cabeza, él asumía que ella era una suerte de diosa inalcanzable y no captaba las indirectas.

En numerosas ocasiones ella le dio uno que otro indicador de interés e incluso invirtió propiciándole la logística para que avanzaran físicamente. Sin embargo, el chico se acobardaba cada vez que era el momento de tener un poco de intimidad y eso terminó aburriendo a mi amiga; quien decidió enfocar sus atenciones en alguien más: un sujeto más osado, quien no perdió tiempo en escalar físicamente.

Un buen día el chico le dijo a mi amiga que no estaba dispuesto a esperarla más, la bloqueó de su celular y cortó toda relación con ella. Mi amiga lloró por él un par de días y siguió con su vida. No volví a tener noticia de él, ni volvimos a mencionarlo jamás. Era como si nunca hubiese existido.

Aunque al final el chico recuperó parte de su dignidad y le plantó cara a mi amiga (en forma reactiva y descalibrada, pero lo hizo); nunca logró disfrutar de su intimidad. El sujeto perdió su oportunidad porque en sus adentros no se creía merecedor de ella. La había puesto en un enorme pedestal muy lejos de “su liga”.

La idea de “las ligas” es algo por entero ridículo.

Si bien es cierto que existe un mercado sexual en el que diversas características pueden hacer que proyectes más o menos valor respecto a tu objetivo; también lo es, que de entrada nadie es inalcanzable y la belleza es sólo una cualidad, que entre muchas otras, debes tomar en cuenta al momento de elegir.

Una mujer no es más merecedora de tu cariño por el sólo hecho de ser guapa que otras que no lo son tanto; pero disponen de cualidades que las desmarcan positivamente de las demás. La belleza femenina es algo que debes ser capaz de apreciar pero no dejar que te imponga y por tanto te impida progresar.

Si una chica te parece inusualmente hermosa, avanza. No te preocupes si eres o no de su gusto. Las mujeres no tienen los mismos estándares que tenemos los hombres y si bien es cierto, que aprecian el que un chico sea guapo; no es algo que les sea indispensable en la mayoría de los casos para tener intimidad. A lo largo de mi vida numerosas mujeres me han elegido por sobre hombres más atractivos y a menudo yo he elegido a mujeres basado en criterios distintos a su belleza. El físico no lo es todo. Lo que importa son tus deseos. Lo mismo aplica las relaciones múltiples y a los tríos. Debes buscarlos si te place, porque simplemente te los mereces.

Cuando llegues a naturalizar el pensamiento de que es correcto y deseable el tener intimidad de manera paralela y completamente honesta con diversas mujeres, lograras crear una realidad en la que ellas puedan justificar el permitirte vivir algo así.

Si tu no crees merecer tener abundancia de mujeres en tu vida, ellas tampoco lo creerán. Las ideas y emociones se contagian. Debes tener un umbral de merecimiento alto, para lograr que ellas decidan que te mereces aquello que tu mismo crees merecer.

En mi caso personal he logrado llevar numerosas veces a la cama al mismo tiempo, a mujeres que estaban totalmente convencidas de no ser capaces de permitir a un hombre algo como aquello que terminaron obsequiándome. Lo hicieron porque se sintieron libres y cómodas al hacerlo. Asumieron como natural el regalarme una experiencia así.

Muchos seductores hablan de considerarse a si mismos el premio y ciertamente por ese lado es donde se dirige el concepto de merecimiento.

Tu te mereces tener la vida sexual que quieres, porque eres un hombre valioso y al margen de que estas obligado a construir fuentes de valor con las cuales justificar dicho concepto; precisas creer de verdad en tu valía para hacer realidad tus fantasías.

Si tú logras la convicción de que vales lo suficiente para tener eso que tanto deseas, será cuestión de tiempo que puedas convencer a las mujeres de que es así.

Por el momento es todo. El tema del umbral de merecimiento es tan grande que merece otro artículo, el cual publicaré en el futuro. Si hay algún tema que quieras que trate, estoy en la mejor disposición de atender tus sugerencias. Soy tu amigo y ala Belman. Espero que tengas un día maravilloso.

Si tienes alguna duda o sugerencia de tema que quieras que aborde en el futuro, siéntete libre de escribirlo en la caja de comentarios o en la página de contacto. No dejes de visitar mis canales de YouTube y TikTok Siempre estoy en la mejor disposición de ayudarte.