¿Fue ella quien te metió en la friendzone?

G. Belman

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Casi todos los chicos solamigueados se victimizan así que te invito a hacer una reflexión introspectiva. ¿De verdad fue ella quien te metió en la friendzone? Piénsalo.

¿Amistad o vasallaje?

La friendzone sólo existe en nuestras cabezas, pues por lo regular no son las mujeres quienes nos meten ahí. Somos nosotros quienes les otorgamos el poder de construir etiquetas de amistad en torno a lo que deberíamos llamar una relación de vasallaje.

Las chicas no son tontas, saben perfectamente cuando un hombre las observa con intenciones sexuales. A menudo suelen alentar dicha pasión mediante pequeños coqueteos o mensajes ambiguos; simplemente porque les alimenta el ego sentirse deseadas, aunque no sientan lo mismo. Algunas mujeres van más allá y se aprovechan consciente o inconscientemente de aquellos hombres que las pretenden.

Hace algún tiempo, por citar un ejemplo, tuve intimidad con una hermosa doctora acostumbrada a aprovecharse de los hombres. A menudo sus pretendientes le invitaban comidas a ella y a sus amigas; le llevaban a su casa desde el trabajo, le regalaban toda clase de obsequios y le mensajeaban a todo momento. Quienes actuaban de ésta manera no lograron tener éxito. Yo no hice nada de lo anterior. Conseguí lo que deseaba porque no me dejé impresionar por su físico, avancé cuando debía y jamás la necesité.

La necesidad es lo más repulsivo del mundo.

Un hombre enamorado es necesitado, irracional y altamente manipulable; por lo que las mujeres pueden gestionar con facilidad todo tipo de beneficios de su parte, sin tener que ofrecer nada a cambio, salvo la ambigua esperanza de que algún día podrían estar juntos.

Los hombres que no direccionan adecuadamente sus interacciones son atrapados por sí mismos en la friendzone. Las mujeres, simplemente se aprovechan de la situación, porque les resulta algo cómodo.

Algo que tienes que tener muy presente es que ninguna mujer te mete en la friendzone. Eres tú quien se mete sólito por cobarde.

Para dejar más claro éste punto, te contaré una historia que conocí a través de un tercero.

La historia de Robert

Recientemente un suscriptor de mi canal de YouTube, me pidió que abordara el tema del amor a distancia. El motivo: su mejor amigo «Robert» lo está pasando mal por ello.

La historia es la siguiente: Robert es un hombre casado que tiene una amiga de la que se ha enamorado. Desconoce si es correspondido, ella vive muy lejos y por tanto no la ve a menudo. En éste escenario, él desea conocer cuál es el misterio que esconden las relaciones a distancia. Tras esta breve narración me imagino que muchos de ustedes ya se han percatado del verdadero problema de Robert. El cual poco tiene que ver con la distancia.

Para quienes no se han enterado aún, les explico. Acá el tema no necesariamente tiene que ver con una falla de carácter moral. No disponemos de suficiente información sobre la relación principal de Robert. Sabemos que Robert es un hombre casado; sin embargo desconocemos si tiene un acuerdo con su esposa que le permita iniciar interacciones fuera del lecho conyugal. Hay muchas variantes de relaciones abiertas y poliamorosas donde algo así es permitido.

De encontrarse en una relación de pareja monógama tradicional; Robert no ha decidido aún tomar la rienda de su vida, optando por el camino fácil de engañar a su mujer en vez de dejarla. Y digo bien engañar, porque pese a que se desconoce si existe un afecto correspondido y muy probablemente no se haya suscitado ningún evento sexual; una de las columnas sobre las que descansan las relaciones amorosas tradicionales es la exclusividad sentimental, la cual ha sido vulnerada en este caso.

¿Por qué nos enamoramos de quien no nos corresponde?

Ser monógamo y vincularse en a una relación nueva sin dar por terminada la anterior habla muy mal de quien comete la infidelidad. Pero, ¿qué pasa cuando somos nosotros los que nos hemos enamorado y no tenemos certeza de que seamos correspondidos?

En la mayoría de los casos esto ocurre porque hemos puesto en un pedestal a la chica que hemos convertido en objeto de nuestro deseo.

Muchos hombres y mujeres se vuelven adictos a los retos. Mientras se suscita «el juego» en el que ambos tiran y aflojan de la cuerda de la relación siguen vinculados a ésta. Sin embargo una vez que la relación se establece la magia se pierde… y entonces es necesario ir a por algo más. Tal es el caso de Robert, quien se «ha enamorado» de la chica que no le corresponde y pese a tener pareja busca retos nuevos.

Asume tu responsabilidad emocional

Todos nos merecemos relaciones donde se cumplan los compromisos pactados, cualesquiera que sean éstos.

Quiero pensar bien de Robert, así que asumiré que es un hombre íntegro que le dice a las mujeres exactamente que pueden esperar de él.

Partiendo del supuesto de que nuestro amigo es un polígamo honesto, prosigamos. Robert está enamorado de su amiga y no sabe si le corresponde. En este caso mi pregunta sería, ¿por qué no sabe si le corresponde o no? ¿Acaso no ha hecho algo para averiguarlo?

Seguramente Robert está sufriendo por el hecho de saber que no verá a su entre comillas amiga durante cierta cantidad de tiempo. Y presupone, no sin cierta razón, que ella puede conocer otros hombres, interesarse en ellos e inclusive tener intimidad física mientras él no se encuentra presente. El problema de ese tipo de pensamientos radica en que abogan a un sistema de creencias dominado por la escasez, que sólo intensifica la monoitis. A quienes se encuentren pasando por algo similar a Robert, yo les recomendaría que se sometan a un examen crítico propio.

Pregúntense que ha hecho la chica para ganarse su afecto fuera de estar buena. Si no encuentran una buena respuesta, entonces decídanse por uno de dos caminos. O direccionen para lograr tener sexo con ellas lo antes posible o abandonen la interacción, puesto que alimentar las asimetrías afectivas de las mujeres, lo único que hará por ustedes es generarles obsesión y frustración. Lo cual no solamente hará que en el algún punto ella decida abandonarlo, sino que ahuyentara muchas otras buenas opciones que podrían haber valido la pena conocer.

¿Robert es correspondido?

Lo más probable es que en este caso concreto la chica no le corresponda y la razón es simple. El enamoramiento femenino es algo que se nota y mucho.

Una mujer enamorada va a hacer todo lo que esté en sus manos para entrar y permanecer en la mente de su amado; desde estar presente todo el tiempo que se lo permitan sus posibilidades, hasta hacer todo lo que este en sus manos para expresar ese amor.

Una chica enamorada se preocupara de lo que acontece en tu día a día, tendrá sexo contigo cada que el contexto lo permita y no dejará de prodigarte de palabras dulces y pequeños detalles en forma constante, simplemente porque desea conservarte y estar presente en tu corazón.

Muchos hombres y mujeres a menudo prefieren mantener en el engaño a su pareja, en vez de ser responsables revelar la verdad. Ser sinceros respecto a nuestras necesidades es importante para dejar de perder y hacerle perder el tiempo a otros.

A menudo la mujer de la cual decimos sentirnos enamorados, en realidad sólo nos atrae sexualmente; pero tendemos a confundir las cosas al grado de obsesionarnos por conseguir su validación. Y ahí está el gran problema de nuestro amigo Robert: ha confundido deseo con amor y validación con atracción; enfermándose de lo que en nuestra comunidad denominamos monoítis.

No idealices

Los hombres tendemos a idealizar a mujeres que nos parecen atractivas.

Les atribuimos toda clase de virtudes que justifiquen el que invirtamos nuestro tiempo y recursos en obtener una atención que no se ha ganado. Lo peligroso de esto, es que genera una dinámica adversa en la que ella consolida el marco mental de que es el premio.

Entre más invierte un hombre, mayor suele ser la pérdida de valor a los ojos de la mujer cortejada; estableciéndose con ello, una relación de vasallaje en el que la chica da por sentados los afectos de su pretendiente. Permitir éste tipo de interacción, genera relaciones asimétricas; donde la mujer se asume merecedora de ciertos beneficios de parte del varón sin que exista obligación alguna de la suya.

La distancia a menudo tiende a magnificar los sentimientos y obsesiones de las personas.

Soy tu amigo y ala Guillermo Belman. Sin más por el momento me despido deseándote un excelente día.

https://www.youtube.com/watch?v=w871j-WeCn8&t=3s

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